
El astrofisico argentino Rizzo cree que falta poco para encontrar vida fuera de la Tierra.
Fecha 2/7/2013 6:30:00 | Tema: Noticias de ultima hora
| Muy cerca de encontrar vida
Mientras su generación crecÃa con personajes como E.T., el extraterrestre, o pelÃculas como "Encuentros cercanos del tercer tipo", que plantean la posibilidad de un contacto con vida inteligente, Rizzo observaba los cambios de color que tenÃan las estrellas en sus caminatas por los pueblos de la provincia de Buenos Aires.
"No creo en hombrecitos verdes a menos que se aparecieran de una forma rotunda como en las pelÃculas. La realidad es que la vida inteligente tiene que estar muy lejos. Ahora bien, estamos subiendo rápidamente peldaños, ya estamos detectando aminoácidos", explica el experto.
Rizzo cree que falta poco para encontrar vida fuera de la Tierra.
Informa desde UNIFA Ing. Adolfo Gandin Ocampo

"Estamos viviendo una época maravillosa en radioastronomÃa. Accedemos a regiones que hace 100 años eran un sueño. No se puede descartar que quede algún resto de vida en el propio Sistema Solar, ya sea en Marte o en uno de los satélites de Júpiter, mucho más propicios para la vida que el propio planeta rojo", detalla el astrofÃsico.
El viaje espacial ideal
Sus observaciones ya no se corresponden con la imagen del cientÃfico que se asoma al ojo de un telescopio, sino con muchas computadoras que transmiten datos numéricos.
"Es poco romántico", admite el cientÃfico, a pesar de que su imaginación lo lleve de viaje a lugares remotos.
Si tuviera una nave como la del astrónomo Carl Sagan en la serie de televisión Cosmos, se darÃa un paseo por el Sistema Solar, luego saldrÃa de la VÃa Láctea para comprobar si realmente tiene brazos espirales y después, sin dudarlo, se irÃa al centro de la galaxia.
"Es, probablemente, uno de los ambientes más apasionantes del universo, con un agujero negro y cientos de estrellas masivas con un millón de veces la luminosidad del Sol. Son estrellas monstruosas que están a una distancia planetaria y no se chocan. La nave, obviamente, tendrÃa que ser muy buena, porque si no te achicharras", sonrÃe Rizzo.
De regreso a la Tierra, cuenta que tiene dos hijos pequeños y que hace catorce años se instaló en España, entre otras cosas porque "mi esposa es gallega". Al igual que él, sus hijos no creen en marcianos. Rizzo, que lleva 14 años en España, asegura que no cree en marcianos.
"Pero me encanta la ficción. Cuando veo una pelÃcula o leo un libro lo que pido es que me saque de la realidad. Ahora estoy releyendo 'Los Tommyknockers' de Stephen King, una historia que empieza muy racional y luego se convierte en un delirio absoluto con una nave extraterrestre enterrada en la parcela del protagonista", comenta Rizzo.
Latinoamérica mira al espacio
Astrónomo de la Universidad de La Plata, en Argentina, Rizzo ve un momento de eclosión en recursos e investigación espacial en América Latina.
"La potencia tradicional es México, seguida por Brasil y Argentina. Chile está viviendo un momento de esplendor con la instalación de nuevos observatorios internacionales. Esta es una ciencia sin fronteras: un grupo de astrónomos liderado por un coreano, un ruso y un francés pueden desarrollar un proyecto en un radiotelescopio de Hawai", explica.
En cierto sentido, recuerda la sensación de hermanamiento de los equipos de la NASA durante el drama del Apolo XIII, cuando un tanque de oxÃgeno explotó y dejó en vilo el regreso a la Tierra de sus tripulantes.
"En Robledo de Chavela todo era nerviosismo. La gente dormÃa en los sofás y no se querÃa ir a sus casas. Lo más difÃcil fue cuando la cápsula pasó detrás de la Luna, no se sabÃa lo que iba a pasar. Aquellos hombres no iban a regresar a sus casas, se iban a quedar solos en el espacio. Al final estamos hechos de emociones", detalla.
Cuando le preguntan sobre el universo a Rizzo le gusta aterrizar sus explicaciones. "¿Qué pasarÃa si redujeramos las estrellas masivas de la galaxia al tamaño de una luciérnaga? ¿A qué distancia estarÃan una de otra? A 300 kilómetros. Una en Madrid, otra en Valencia. Y en la mitad nada. El espacio es un lugar muy solitario", subraya.
Sus extraterrestres no tienen cabezas con forma de bombilla, son microscópicos, moleculares.
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Cantos rodados, la prueba más concluyente de que hubo agua en Marte. Espectaculares imágenes del Sol en erupción. ¿Cómo crecen las plantas en el espacio? "No son organismos vivos pero admiten las partÃculas de la vida. Es la quÃmica prebiótica, previa a la vida. Hasta el momento no se ha detectado vida fuera de la Tierra. Se han encontrado indicios; sin embargo, estamos muy cerca de encontrar formas más complejas. Es casi insostenible creer que no hay más vida más allá de la Tierra", comenta el experto a BBC Mundo.
Rizzo es el responsable de gestionar el tiempo de esas búsquedas en el Centro de AstrobiologÃa, que a través de un convenio entre España y Estados Unidos utiliza la estación de comunicaciones de la NASA del poblado madrileño de Robledo de Chavela.
A las afueras de Madrid, escondida entre colinas de madroños, funciona una de las tres estaciones del Deep Space Communications Complex (Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo) que tiene la agencia espacial para observar el universo las 24 horas. Las otras dos están en Australia y Estados Unidos.
Aunque la de Robledo (1964) es la más eficiente en transmisión de datos y la que más tiempo permanece en contacto con Marte, es poco conocida. Desde allà se ubicó al robot Spirit después de que se perdiera en el suelo marciano en una de las últimas misiones al planeta rojo.
"Aquà además se recibió la primera comunicación del hombre cuando llegó a la Luna. Trabajé con personas de ese equipo, lo vivieron intensamente como si estuvieran en el propio satélite. Ahora casi todos están jubilados. Es algo que no sale en las pelÃculas. Todo el mundo piensa en Houston, no en Robledo de Chavela", sonrÃe el astrofÃsico. El de Robledo de Chavela es uno de los tres complejos de Comunicaciones del Espacio Profundo que tiene la agencia espacial para observar el universo las 24 horas. Las misiones de Rizzo son más silenciosas. Con los radiotelescopios de la estación analiza rincones del espacio donde flotan mantos de moléculas alrededor de estrellas que explotaron. Es el reino de los extremófilos, precursores de la vida, microorganismos que sobreviven a las condiciones más hostiles.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2 ... ica_vida_espacio_ar.shtml
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