En un sensacional hallazgo para los arqueólogos austriacos, las fotografías aéreas tomadas hace dos años en la periferia sur de la ciudad Burgenland de Rechnitz han revelado la existencia de fosas circulares que datan del período neolítico.

Informa e investiga desde UNIFA
Ing. Adolfo Gandin Ocampo





Los sitios milenarios misteriosas están siendo encuestados por expertos que creen que una vez sirvieron tanto como un calendario gigante y un lugar para los rituales.

Al parecer, alrededor del año 5000 antes de Cristo hubo una gran área circular en un campo en las afueras del sur de Rechnitz, rodeada de postes de madera. Fue sólo después de las fotografías aéreas fueron tomadas del distrito que los restos de un antiguo sistema de trincheras se hicieron visibles.

El arqueólogo Klaus Löcker dijo a la ORF que las zanjas circulares concéntricos - algunas de hasta cuatro metros de profundidad - a continuación se hará visible mediante técnicas de medición magnéticos.

Dentro de las trincheras son muros defensivos con múltiples entradas.

Descripciones de la historia de Rechnitz suelen establecer el área fue colocada en el período celta, alrededor del año 500 antes de Cristo. Ahora parece que hay, de hecho, un asentamiento humano en la zona de más de 5.000 años antes de Cristo.

"Esto es bastante único en Burgenland," dijo el alcalde Engelbert Kenyeri.

El objetivo de estos movimientos de tierra circulares ha intrigado por mucho tiempo los expertos, pero ahora parece que se utilizaron como un calendario, y se mantiene un significado ritual para las poblaciones vecinas.

"Eso es más o menos equivalente a Stonehenge, sólo unos 2.000 años más", dijo el arqueólogo Franz Sauer.

Los criterios para la selección del sitio son un completo misterio. Hay sistemas de trincheras similares en Weinviertel y Baviera de Alemania, Austria, sin embargo, los dos descubiertos en Rechnitz son los primeros en Burgenland.

"Estas zanjas circulares siempre se colocan en una suave pendiente, con el fin de dar una visión clara del cielo para la observación de los cuerpos celestes", explicó Sauer.

El advenimiento de la arqueología aérea en la década de 1970 ha permitido el estudio de sitios antiguos para asumir una nueva dimensión.